En este artículo del blog te vamos a dar 10 consejos imprescindibles para el cuidado y mantenimiento del filtro externo de tu acuario plantado.
El filtro es el corazón del acuario, de forma que si por cualquier motivo no funciona y está parado un tiempo, tu acuario se puede venir abajo irremediablemente.
Pero antes de adentrarnos más en este interesante tema, te voy a recomendar que te suscribas a nuestra newsletter semanal.
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Nunca utilices el agua del grifo para limpiar el filtro
Si eres un aficionado medio o avanzado esta recomendación no te pillará de sorpresa.
Pero sorprendentemente nos encontramos con muchos clientes que aún no saben que el agua del grifo va a destruir toda la colonia de bacteria nitrificante que prolifera en el filtro externo.
Una vez ciclado el acuario y estabilizados los parámetros del mismo, en el filtro se asienta una importante colonia de bacterias que son fundamentales para la vida del acuario.
En el caso de limpiar el filtro con el agua del grifo vamos a destruir dicha colonia que tanto tiempo cuesta conseguir.
Dispones de 2 tipos de agua para utilizar en estas labores:
- Agua de osmosis.
- El propio agua de tu acuario.
En este sentido hemos de puntualizar que si te decides por utilizar agua de tu acuario, en ningún caso debes limpiar el material filtrante dentro del propio acuario.
Aclaro este aspecto porque se nos ha dado el caso, y es algo que puede resultar desastroso para el ecosistema.
El material filtrante debes limpiarlo en un cubo a parte donde previamente introduces el agua del acuario o agua de osmosis.
Es importante que el cubo esté limpio y exento de restos de productos de limpieza, como lejías y detergentes.
Cómo limpiar el material filtrante biológico
Lo ideal es llenar el cubo con agua del acuario o de osmosis, como ya hemos explicado anteriormente.
E introduces la cesta con el material biológico girándola y agitándola ligeramente.
Con eso sería suficiente para limpiar correctamente el material biológico.
La limpieza del material filtrante mecánico
En el caso de las esponjas, la limpieza tiene que ser más insistente que en el caso del biológico.
Hay que estrujarlas de forma contundente y cuando observemos que el agua ya no se ensucia es momento de parar.
Nunca limpies el filtro junto con el resto de tareas de mantenimiento
Recomendamos no llevar a cabo la limpieza del filtro junto con el cambio de agua semanal y limpieza de rocas.
En el caso de realizar todas las labores juntas el acuario sufrirá bastante y va a ser contraproducente para el ecosistema.
Es preferible alternar en días distintos las diferentes tareas.
El día en el que limpies los filtros puedes aprovechar para limpiar también los elementos de cristal como las pipas de entrada y salida y el difusor de CO₂.
A los 4 días ya podrías llevar a cabo el mantenimiento habitual.
Mentalmente también es aconsejable separar la tarea mecánica (de equipamiento) de las labores de mejora de calidad y maquetación.
De esta forma vamos a evitar desequilibrar el ecosistema ya que los cambios van a ser muy paulatinos.
Debes saber que al limpiar el filtro se reduce la colonia de bacteria en un 30%, aunque se va a regenerar en 2 días.
Para ayudar en este sentido te recomendamos adicionar 3 excelentes productos:
Cambio de agua posterior a la limpieza del filtro
Cuando limpies el filtro externo del acuario ten en cuenta que el cambio de agua posterior debe ser algo inferior al habitual.
Recomendamos no superar el 30 ó 40% de volumen de agua en este mantenimiento subsiguiente.
De esta forma consigues una continuidad en la estabilidad del hábitat.
Ya en el siguiente cambio de agua puedes realizar el mantenimiento habitual, una vez que el filtro ya ha consolidado su colonia de bacterias.
¿Qué hacer cuándo se va la luz?
Cuando el filtro se queda sin corriente eléctrica tenemos un problema.
Las bacterias consumirán todo el oxígeno presente en el agua del filtro y acabarán por morir.
Esto es algo que debemos evitar por todos los medios.
Para ello tenemos que recircular el agua y renovar el oxígeno dentro de la canasta del filtro.
La solución es bastante manual pero muy efectiva.
Te coges la pipa de salida del filtro y la bajas a un cubo a nivel del suelo.
Evidentemente tanto las llaves del filtro y como el circuito de filtración deben estar completamente abiertos.
Por gravedad vas a conseguir que el agua circule y el filtro se llene de agua nueva.
Y la bacteria dispondrá de oxígeno para consumir.
Este proceso es recomendable hacerlo cada 1/2 hora.
Así la bacteria va a seguir viva y evitaremos tener que volver a resetear el acuario y reiniciar el ciclado que tanto tiempo nos ha costado conseguir.
Pérdida de la bacteria en función del tiempo
Tiempo con el filtro parado | Porcentaje de bacteria que se pierde |
---|---|
30 minutos | 30% de bacteria |
60 minutos | 60% de bacteria |
120 minutos | 80% de bacteria (pierdes el ciclado) |
180 minutos | Pérdida total de la bacteria (resetear el acuario) |
El filtro y su colonia de bacterias representan el corazón del acuario.
La importancia de revisar bien las juntas del sistema de filtración
Debes tomarte un tiempo para revisar todo el circuito una vez terminadas las labores de limpieza y mantenimiento del filtro.
Hay que tener en cuenta que cualquier pequeña pérdida de agua con el paso de las horas te puede provocar un desastre en la vivienda.
- Repasa la junta que une el cabezal con la canasta.
- Comprueba las juntas tóricas de goma de las llaves centrales.
- Seca bien todas las uniones con un papel (no con un paño húmedo).
Unificar trabajos
Cuando lleves a cabo la limpieza del filtro, ya que estás con el circuito de la filtración, aprovecha también para:
- Limpiar las mangueras con el cepillo y eliminar el verdín.
- Utiliza el cepillo flexible para lustrar las pipas de entrada y salida.
- También puedes limpiar el Drop Checker y el difusor de CO₂.
- Las juntas de todo el circuito las debes repasar con un cepillo de dientes para que queden perfectas.
Es el momento de profundizar en la limpieza de todo el equipamiento.
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